Efemérides en la Escuela Infantil, ¿sólo disfraces y pregones?
Comentario Final por Lila Ana Ferro
La preparación cuidadosa, las vestimentas especiales, los disfraces están asociados a algunos actos festivos y, en particular, a los actos de nuestra escuela. Seguramente, todas/os podemos asociar a esa manera de recordar, buenas y malas experiencias; en sí mismos, los disfraces para conmemorar una efeméride no están ni bien ni mal.
Entonces, no es sobre la presencia (o no) de niños/as disfrazados/as durante un acto donde deben recaer las críticas y los replanteos. Lo que sucede es que la memoria única que durante años ayudó a construir la escuela, se deshizo en migajas (para emplear la metáfora usada por algunos historiadores de Annales en un sentido diferente).
Si nos limitamos a cambiar los actos, nuestros esfuerzos se concentrarán en explicar a unos padres algo decepcionados con la “nueva modalidad” por qué ya los/as niños/as no se disfrazan.
Son los significados sobre una memoria histórica argentina los que están cuestionados. En el artículo que escribí intenté hacer un aporte para las maestras, consistente en preguntas para que al jardín también entre ese cuestionamiento. Afirmé que estamos cambiando la representación de niño: hoy lo vemos como un sujeto que interpela a la historia y, a la vez, es interpelado por ella. Obviamente, esto vale también para nosotros, los/as adultos/as: docentes y padres; nos convoca la construcción de otras memorias y los sentidos del acto escolarestarán también anudados con ellas.
Comentario de cierre por Beatriz Goris
Para continuar pensando reflexionemos acerca del recorrido, hemos planteado lineamientos acerca del tratamiento de la historia con niños pequeños, diferenciando el concepto de “niño disfrazado” del de “niño caracterizado”, superando el recorrido didáctico tradicional que marca la diferencia en el momento del acto. Para ello hemos propuesto posibles reconstrucciones del pasado a partir de fuentes, priorizamos las fuentes icónicas, por ser las que facilitan la reconstrucción de realidades distantes.A partir de estos lineamientos se destacó la importancia de la mirada con la que se aborda el pasado, o sea, el enfoque teórico que subyace a cualquier práctica docente, diferenciamos de esta forma una mirada centrada en la descripción y la enumeración, de una mirada centrada en formas de explicación adecuadas a los niños de corta edad.
Mientras aquellas están generalmente centradas en estereotipos en los que los grupos sociales son presentados de forma descontextualizada, disfrutando de situaciones infrahumanas de vida como son la esclavitud, la marginación, la extrema pobreza, cuadro reiterado en los actos escolares; los nuevos enfoques proponen una mirada que se preocupa por la formación de niños críticos y comprometidos con la realidad. Explicar no es sencillo .
Analicemos un ejemplo:A partir de la salida a un museo gauchesco, los niños han aprendido que algunas personas del sector rural se calzaban con “bota de potro”, denominación que proviene de la materia prima y la forma de elaboración.Esto propone una serie de interrogantes: ¿Cómo eran? ¿Por qué las usaban? ¿Cómo las hacían? ¿Por qué los dedos quedan descubiertos? ¿Dónde se utilizaban? ¿Los hombres de la ciudad también las usaban? ¿La bota de potro era el calzado de los pobres? ¿El gaucho podía comprar un calzado de otra calidad? ¿Hoy se siguen utilizando? ¿Cómo fueron modificándose?
Si la docente analiza con los niños la acuarela de León Palliere La Pizadora de Maíz (1858), cuando se analice el calzado, (ver detalle) será posible comprender el contexto en el que fueron utilizadas, los recursos con los que contaba la población rural, el uso que se daba a ésta, el dibujo que complementa la imagen le permitirá explicar la importancia del diseño.Cuando ese docente recree una escena rural para ser mostrada a la comunidad y realice botas con los niños a partir de medias, aunque los niños la calcen sobre su calzado habitual por las características de los tiempos fríos, ese niño sabrá porque calza esa bota, quien la usaba y cuando la usaba. Así el acto escolar y la participación infantil cobra una mirada totalmente diferente. Ese niño ha compuesto un personaje, se ha caracterizado, por un momento en su corta historia es un gaucho de aquellos que recorrían la pampa argentina.Es muy común escuchar, que para explicar el pasado hay que tener conocimientos históricos, si bien esto es real, atrévase a comenzar por recortes pequeños, seleccione aquellos que realmente le interesen y sean factibles de trabajar con niños, disfrute y apasiónese, busque fuentes, indague, atrévase, créame lo demás va a venir solo. Le deseo éxitos en el camino.
Comentario Final por Lila Ana Ferro
La preparación cuidadosa, las vestimentas especiales, los disfraces están asociados a algunos actos festivos y, en particular, a los actos de nuestra escuela. Seguramente, todas/os podemos asociar a esa manera de recordar, buenas y malas experiencias; en sí mismos, los disfraces para conmemorar una efeméride no están ni bien ni mal.
Entonces, no es sobre la presencia (o no) de niños/as disfrazados/as durante un acto donde deben recaer las críticas y los replanteos. Lo que sucede es que la memoria única que durante años ayudó a construir la escuela, se deshizo en migajas (para emplear la metáfora usada por algunos historiadores de Annales en un sentido diferente).
Si nos limitamos a cambiar los actos, nuestros esfuerzos se concentrarán en explicar a unos padres algo decepcionados con la “nueva modalidad” por qué ya los/as niños/as no se disfrazan.
Son los significados sobre una memoria histórica argentina los que están cuestionados. En el artículo que escribí intenté hacer un aporte para las maestras, consistente en preguntas para que al jardín también entre ese cuestionamiento. Afirmé que estamos cambiando la representación de niño: hoy lo vemos como un sujeto que interpela a la historia y, a la vez, es interpelado por ella. Obviamente, esto vale también para nosotros, los/as adultos/as: docentes y padres; nos convoca la construcción de otras memorias y los sentidos del acto escolarestarán también anudados con ellas.
Comentario de cierre por Beatriz Goris
Para continuar pensando reflexionemos acerca del recorrido, hemos planteado lineamientos acerca del tratamiento de la historia con niños pequeños, diferenciando el concepto de “niño disfrazado” del de “niño caracterizado”, superando el recorrido didáctico tradicional que marca la diferencia en el momento del acto. Para ello hemos propuesto posibles reconstrucciones del pasado a partir de fuentes, priorizamos las fuentes icónicas, por ser las que facilitan la reconstrucción de realidades distantes.A partir de estos lineamientos se destacó la importancia de la mirada con la que se aborda el pasado, o sea, el enfoque teórico que subyace a cualquier práctica docente, diferenciamos de esta forma una mirada centrada en la descripción y la enumeración, de una mirada centrada en formas de explicación adecuadas a los niños de corta edad.
Mientras aquellas están generalmente centradas en estereotipos en los que los grupos sociales son presentados de forma descontextualizada, disfrutando de situaciones infrahumanas de vida como son la esclavitud, la marginación, la extrema pobreza, cuadro reiterado en los actos escolares; los nuevos enfoques proponen una mirada que se preocupa por la formación de niños críticos y comprometidos con la realidad. Explicar no es sencillo .
Analicemos un ejemplo:A partir de la salida a un museo gauchesco, los niños han aprendido que algunas personas del sector rural se calzaban con “bota de potro”, denominación que proviene de la materia prima y la forma de elaboración.Esto propone una serie de interrogantes: ¿Cómo eran? ¿Por qué las usaban? ¿Cómo las hacían? ¿Por qué los dedos quedan descubiertos? ¿Dónde se utilizaban? ¿Los hombres de la ciudad también las usaban? ¿La bota de potro era el calzado de los pobres? ¿El gaucho podía comprar un calzado de otra calidad? ¿Hoy se siguen utilizando? ¿Cómo fueron modificándose?
Si la docente analiza con los niños la acuarela de León Palliere La Pizadora de Maíz (1858), cuando se analice el calzado, (ver detalle) será posible comprender el contexto en el que fueron utilizadas, los recursos con los que contaba la población rural, el uso que se daba a ésta, el dibujo que complementa la imagen le permitirá explicar la importancia del diseño.Cuando ese docente recree una escena rural para ser mostrada a la comunidad y realice botas con los niños a partir de medias, aunque los niños la calcen sobre su calzado habitual por las características de los tiempos fríos, ese niño sabrá porque calza esa bota, quien la usaba y cuando la usaba. Así el acto escolar y la participación infantil cobra una mirada totalmente diferente. Ese niño ha compuesto un personaje, se ha caracterizado, por un momento en su corta historia es un gaucho de aquellos que recorrían la pampa argentina.Es muy común escuchar, que para explicar el pasado hay que tener conocimientos históricos, si bien esto es real, atrévase a comenzar por recortes pequeños, seleccione aquellos que realmente le interesen y sean factibles de trabajar con niños, disfrute y apasiónese, busque fuentes, indague, atrévase, créame lo demás va a venir solo. Le deseo éxitos en el camino.
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